Retos y Desafíos de la
Integración Suramericana
Por Adrián Torres Marcano
En la actual organización
mundial del capital, hegemonizada por la visión neoliberal, que enarbola las
banderas de la globalización económica, los procesos de integración asumen un
interés imperioso, promovido por los grupos económicos de actuación mundial,
tanto de gobiernos de raigambre neoliberales como de grandes corporaciones transnacionales.
De allí, se tiene la concreción de la Unión Europea (UE) y la iniciativa del
Área del Libre Comercio de las Américas (ALCA), impulsada por los EE.UU y
replanteada en la actualidad, en los acuerdos que lleva Norteamérica de forma
bilateral, con algunos países de América Latina (Colombia, Chile, Perú), a
través de los Tratados de Libre Comercio (TLC). Sin embargo, el impulso que ha
tomado la izquierda latinoamericana, encabezado por los gobiernos de Argentina,
Bolivia, Brasil, Ecuador, Uruguay, Venezuela está otorgando un viraje hacia las
dimensiones de lo social y político en los procesos de integración en la
región.
A partir de lo anterior,
cabe reflexionar sobre el papel en la actualidad de los procesos
integracionistas, expresado en la Asociación Latinoamericana de Integración
(ALADI), la Comunidad Andina de Naciones (CAN) y el Mercado Común del Sur (MERCOSUR) a la luz
de los retos y desafíos que impone la nueva concepción de integración
latinoamericana para la construcción de un bloque regional fuerte signado por
la unidad en la diversidad, en el que converjan gobiernos con visiones
políticas similares y disímiles, aglutinándose en un propósito común: la unidad
regional en América Latina y Caribeña.