José María Barroso Tristán: Se le
considera como el padre de la pedagogía crítica. ¿Qué es la pedagogía crítica
para usted?
Henry Giroux: En
realidad, yo no soy el padre de la pedagogía crítica. Mientras que puede haber
jugado un papel importante en su desarrollo, la pedagogía crítica surgió de una
larga serie de luchas educativas que se extienden a partir de la obra de Paulo
Freire en Brasil a los trabajos sobre la pedagogía crítica formulada por mí
mismo y Roger Simon, David Livingstone, y más tarde Joe Kincheloe en los años
1970 y 1980. La pedagogía crítica es un movimiento y una lucha constante que
tiene lugar en una serie de diferentes formaciones sociales y lugares. Argumentar
que no hay tal cosa como "el padre de la pedagogía crítica" devalúa
las luchas y los esfuerzos colectivos que se han hecho para desarrollar y
aprovechar los diversos archivos que componen la pedagogía crítica en todas sus
diferentes formaciones. Como Roger Simon señaló una vez, el intento de definir
un conjunto de "padres fundadores" de la pedagogía crítica sugiere
que "una versión auténtica de alguna manera se puede conocer en un punto
de fuga patriarcal."
En primer lugar, creo que
lo mejor es pensar en la pedagogía crítica como un proyecto en curso en lugar
de un conjunto fijo de referencias o conjunto prescriptivo de las
prácticas-Dicho sin rodeos, no es un método. Una forma de pensar acerca de la
pedagogía crítica en estos términos es pensar en ella como la vez una forma de
entender la educación como una forma de poner de relieve el carácter
performativo de la agencia como un acto de participación en la configuración
del mundo en el que vivimos. Pero creo que el mejor lugar para empezar a
responder a esta pregunta es reconocer la distinción entre una noción
conservadora de la enseñanza y el significado más progresista de la pedagogía
crítica. Enseñanza para muchos conservadores a menudo es tratada simplemente
como un conjunto de estrategias y habilidades para utilizar con el fin de
enseñar la materia pre-especificado. En este contexto, la enseñanza se
convierte en sinónimo de un método, técnica o la práctica de un entrenamiento
de habilidades artesanales como. Por otro lado, la pedagogía crítica debe ser
visto como un proyecto político y moral y no una técnica. La pedagogía es
siempre política, ya que está conectado a la adquisición de la agencia. Como
proyecto político, la pedagogía crítica ilumina las relaciones entre el
conocimiento, la autoridad y el poder. Se llama la atención sobre las
cuestiones relativas a quién tiene control sobre las condiciones para la
producción de conocimientos, valores y habilidades, y se ilumina como el
conocimiento, la identidad y la autoridad se construyen dentro de conjuntos
particulares de relaciones sociales. Asimismo, llama la atención sobre el hecho
de que la pedagogía es un intento deliberado por parte de los educadores para
influir en cómo y qué conocimientos y las subjetividades se producen dentro de
conjuntos particulares de relaciones sociales. Éticamente, la pedagogía crítica
destaca la importancia de la comprensión de lo que realmente sucede en las
aulas y otros entornos educativos, planteando cuestiones en relación a cuál es
el conocimiento de la mayoría de la pena, en qué dirección debe un deseo, y lo
que significa saber algo. Lo más importante es que se toma en serio lo que
significa entender la relación entre la forma en que aprendemos y cómo actuamos
como agentes individuales y sociales, es decir, que se ocupa de enseñar a los
alumnos no sólo pensar, sino a luchar a brazo partido con un sentido de
responsabilidad individual y social, y lo que significa ser responsable de las
propias acciones como parte de un intento más amplio para ser un ciudadano
comprometido que puede ampliar y profundizar las posibilidades de la vida
pública democrática. Por último, lo que ha de ser reconocido es que la
pedagogía crítica no se trata de un método a priori que sólo se puede aplicar
independientemente del contexto. Es el resultado de las luchas particulares y
siempre está relacionado con la especificidad de los contextos particulares,
estudiantes, comunidades, recursos disponibles, las historias que los
estudiantes traen consigo a las aulas, y las diversas experiencias e
identidades que habitan.