Traducido por Gorka Larrabeiti |
Continúa el
bombardeo de Gaza: son ya más de cien los muertos entre la población
civil y aumenta la proporción de mujeres y niños entre los heridos. En
El Cairo iniciaron las negociaciones para un alto el fuego. Hamas pone
sus condiciones: "Alto a la política de homicidios selectivos. Deben
dejar de matar a civiles. Deben levantar el asedio de Gaza", dice a Il Manifesto Ghazi
Hamad, viceministro de Exteriores. Después de días de silencio
interviene el presidente de EE.UU., Barack Obama: en una llamada
telefónica al presidente egipcio Morsi pide que Hamas ponga fin al
lanzamiento de cohetes contra Israel.
Enviado a Gaza,
"Es
dura esta ofensiva israelí, llegan continuamente muertos y heridos.
Entre éstos, el número de mujeres y niños supera el de hombres ",
explica Ibrahim Jirjawi, enfermero en la sala de urgencias del hospital
de Shifa, en Gaza. Habla en voz alta Jirjawi; a su alrededor hay decenas
de personas moviéndose: familiares de heridos, voluntarios, curiosos de
los que se tienen que ocupar con gran esfuerzo los encargados de la
seguridad. Al ritmo frenético de estos últimos días se suma la presencia
constante en el hospital Shifa de periodistas, incluidos los
extranjeros que han llegado a Gaza ante la ofensiva terrestre israelí -
aquí todo el mundo la da por hecho si en las negociaciones de El Cairo
no habrá acuerdo de alto el fuego entre Israel y el liderazgo de Hamas.
Para agravar el caos ayer estaban los guardaespaldas del presidente del
Parlamento egipcio, Said Katatni (Hermanos Musulmanes), que llegó a Gaza
para expresar su solidaridad con la población civil y el gobierno de
Hamas. Hoy (martes) llega la delegación de la Liga Árabe, junto con el
ministro de Exteriores turco, Ahmet Davutoglu.
"El
aumento del porcentaje de mujeres y niños se debe a los ataques que han
lanzado desde el domingo los israelíes contra casas de civiles",
explica Jirjawi refiriéndose a la masacre de la familia Dalu: 10
muertos, seis mujeres y cuatro niños pequeños. Un portavoz militar
israelí trató de explicar por qué lanzaron, a las 14.30 horas del
domingo, la bomba de gran potencia contra el edificio de tres pisos
entre Sheikh Radwan y Nasser. El objetivo, dijo, era una casa cercana,
donde se hallaba uno de los "responsables de los ataques con cohetes
contra Israel." Por "error" la bomba cayó en el edificio de la familia
Dalu y mató a Samah, la joven madre, y sus cuatro hijos: Jamal, de 2
años, Yousef, 4; Sarah, 7; Ibrahim, 12 meses, y otras cinco personas.
Los equipos de rescate ayer todavía no habían encontrado los cuerpos de
dos primos jóvenes, Yara y Mohammed Dalu. La explosión de la bomba mató
también a una anciana y un joven en una casa cercana: Ameena Mauzannar,
de 83 años, y Muzannar Abdullah, de 19. Sin olvidar a los nueve heridos,
entre ellos tres niños y dos mujeres. Israel además lanzó ayer ataques
contra los centros de prensa: volvió a atacar el Media Center del
edificio Shouruq, donde mató a un líder militar local de la Yihad
Islami.
"Esta ofensiva israelí es distinta de "Plomo Fundido", la operación efectuada entre diciembre de 2008 y enero de 2009, (1.300 palestinos muertos), dice Khalil Shahin, vicedirector del Centro Palestino para los Derechos Humanos en Gaza: "Hace cuatro años, Israel golpeó inmediatamente con brutalidad extrema. En los primeros ataques causó 251 muertes. Ahora nos enfrentamos a una operación programada desde hace algún tiempo y compuesta por varias etapas". Según Shahin, " el gobierno de Netanyahu optó por no provocar al principio un alto número de víctimas palestinas para evitar las críticas internacionales; ahora, con una nueva escalada controlada, unida un intenso trabajo mediático destinado a culpar a los palestinos de toda la responsabilidad, está aumentando la agresividad y el peligro de los ataques aéreos contra objetivos incluso en zonas densamente pobladas ". Por ello, concluye el activista de derechos humanos, "se espera que aumente el número de civiles muertos: entre los más de 100 muertos palestinos ya hay 18 niños y 12 mujeres, el 30% de las víctimas, y este porcentaje se eleva al 50% entre los heridos".
"Esta ofensiva israelí es distinta de "Plomo Fundido", la operación efectuada entre diciembre de 2008 y enero de 2009, (1.300 palestinos muertos), dice Khalil Shahin, vicedirector del Centro Palestino para los Derechos Humanos en Gaza: "Hace cuatro años, Israel golpeó inmediatamente con brutalidad extrema. En los primeros ataques causó 251 muertes. Ahora nos enfrentamos a una operación programada desde hace algún tiempo y compuesta por varias etapas". Según Shahin, " el gobierno de Netanyahu optó por no provocar al principio un alto número de víctimas palestinas para evitar las críticas internacionales; ahora, con una nueva escalada controlada, unida un intenso trabajo mediático destinado a culpar a los palestinos de toda la responsabilidad, está aumentando la agresividad y el peligro de los ataques aéreos contra objetivos incluso en zonas densamente pobladas ". Por ello, concluye el activista de derechos humanos, "se espera que aumente el número de civiles muertos: entre los más de 100 muertos palestinos ya hay 18 niños y 12 mujeres, el 30% de las víctimas, y este porcentaje se eleva al 50% entre los heridos".
Son
datos que ha confirmado también el Comité Italiano para UNICEF, que
ayer informó de que, además de los 18 niños palestinos que han perdido
la vida, otros 252 han resultado heridos desde el comienzo de de la
campaña israelí (también hay niños entre los 50 civiles israelíes
heridos). Sin embargo, la agencia de la ONU subraya que en estos
momentos es alarmante la situación sanitaria en Gaza: "Los hospitales
están saturados debido a la afluencia de heridos y se han agotado
rápidamente las existencias de ciertos medicamentos". Según UNICEF,
además, si Israel decide mantener cerrada durante mucho tiempo la
frontera de Kerem Shalom, "provocará pronto una escasez de combustible
con consecuencias graves para el funcionamiento de los servicios
esenciales ya a finales de noviembre, cuando se agoten las existencias
de combustible".
Los bombardeos están
teniendo un gran efecto también en las infraestructuras civiles, que
nunca han sido totalmente reconstruidas después de "Plomo Fundido". Hay
30 escuelas afectadas por explosiones de bombas. Entre ellas, cinco
gestionadas por UNRWA (ONU). Hay daños en algunas redes hídricas, pozos y
cisternas. Los hospitales aguantan aunque con dificultad cada vez mayor
por el esfuerzo excepcional que están haciendo para ayudar a los
heridos, pero ahora empiezan a notar una bajada importante de reservas
de medicamentos y equipos de primeros auxilios. Según Medhat Abbas,
director del hospital Shifa, en su estructura ya han utilizado el 40% de
sus reservas para situaciones de emergencia. "La necesidad de ahorrar
disminuye la calidad de nuestro trabajo, a pesar de que los médicos y
enfermeros están haciendo un trabajo excepcional en las circunstancias
en las que se ven obligados a trabajar". Los egipcios están echando una
mano a los palestinos acogiendo en el hospital de El Arish a bastantes
heridos graves. Un grupo de 38 oenegés lanzó ayer un llamamiento a la
comunidad internacional para evitar una crisis humanitaria.
Pero
la crisis en Gaza, quitando la emergencia impuesta por el ataque
lanzado por Israel, era y sigue siendo política, con 1.700.000
palestinos que piden libertad y no estar encerrados en lo que se
considera hoy la mayor cárcel del mundo. Libertad que el gobierno
israelí no parece dispuesto a conceder. De hecho,cada día que pasa, las
operaciones militares contra Gaza se vuelven más y más duras. No pocos
israelíes piden mano aún más dura. Entre ellos destaca Gilad Sharon,
hijo del ex primer ministro, halcón de derecha, Ariel Sharon: "Tenemos
que arrasar barrios enteros de Gaza. Arrasar Gaza entera. Los
estadounidenses no se detuvieron ante Hiroshima. Como los japoneses no
se rindieron lo suficientemente rápido, también atacaron Nagasaki", ha
escrito en el Jerusalem Post. Palabras que no merecen comentario.
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