Por Efigenia Jurado Estudiante de Gestión Social de la UBV.
Al
adentrar en la Esencia del diálogo de
Paulo Freire encontramos la idea de transformación desde la práctica y acción
de la palabra viva, palabra que se
relaciona con la autenticidad de la unión. Cuando el diálogo se entorna bajo
condiciones de praxis en beneficio de la sustentabilidad social para generar los
cambios respectivos, este se asocia con el compromiso que impulsa los valores
éticos de la solidaridad, unión, y la palabra viva de la liberación del hombre
y la mujer, que se fomenta en la consciencia de nuestro verbo y el sustento y
correlación de nuestra praxis.
Freire
sobrellevó la negación del diálogo, la alienación y trasverso que deja una
supuesta tranquilidad en algunos sectores de minoría en la sociedad, para
sostener lo que ellos alegan como resistencia. Sin embargo el compromiso
energético de la palabra y en especial del diálogo, tiene un contexto y un
objetivo específico que es la Transformación.
Cuando
Freire expresa que la constitución de la reflexión es un ejercicio constante y
coherente, subraya la dimensión activa del ser humano por buscar de forma
sensata, en vista que ha surgido a partir de la necesidad el compendio de las contrapartes. Por ejemplo: Una persona que
tenga la razón en algún sentido y se entorne como algo absoluto conlleva de
esta manera al perjuicio de tolerancia y muchas veces a generar conflictos de
diferentes índoles. El estudio de la Esencia
del diálogo pronuncia entonces que una discusión crítica del ser humano resultaría
la virtud que lamentablemente no ha sido divisada por muchos de nosotros.
Freire
como educador partícipe del pensamiento de Libertad,
cree en la integridad del ser humano de
socializarse, por ello dota la herramienta del otro como el conjunto que se necesita para la liberación, es la
procedencia de creer asimismo en la Educación
Popular y a lo autentico de la sociedad para combatir aquello que es
llamado el asalto deshumanizante del odio-negación, a la contraparte del efecto
transformador que tiene el amor-unión. Este pensamiento de libertad a través de
la unión, el amor y la palabra viva la entornamos dentro de la Universidad
Bolivariana de Venezuela al concebir el Diálogo
de Saberes que en tanto será parte de nuestro aprendizaje del trato
sostenible y sustentable de la palabra colectiva que sea instrumento de
transformación, y así idealizar la reflexión-acción.
Este
conocimiento dialógico- reflexivo sostiene un equilibrio educativo del hombre y
mujer nuevos, siempre y cuando sea un diálogo sin adulaciones viles que lleven
al estancamiento y por consiguiente que no genere la emancipación. Sin embargo
Freire destaca que la palabra colectiva debe ser una invitación provechosa para
quien la acepte y consiga cuestionarse como mínimo de lo que es capaz de
expresar, ese es el primer paso que alumbran los esfuerzos de la verdadera
liberación, esa que se inicia en el cuestionamiento, por consiguiente al
nacimiento de ideas, reflexión, generador del derecho a la crítica, y finalmente
la construcción de la verdadera enseñanza, que tiene como finalidad que el
hombre y la mujer se redescubran y no dejen por ningún motivo de cuestionarse
los ¿Por qué? y los ¿de dónde? Que nos trae aquella cosa que llamamos realidad.
LIBRO REFERENCIAL:
·
FREIRE, Paulo (1970). Pedagogía del
Oprimido. Cap. III.
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